Peregrino

Sus pasos cortaron el aire, Su suspiro despertó a la luna, La furia se ha puesto en su camino, Y camina aun sin fortuna alguna, Deja huellas en el pasto, Que tropiezan con su sombra al pasar, Se retuerce en su adentro el ocaso, De su mente no se borra el pesar, Transita cual solemne peregrino, El sauce le llora su cansar, Le reclama el abeto su destino, Y las tardes se quejan de su andar, La sombra le sigue en silencio, Y el aire no perdona su mirar, En sus ojos hay un negro claro y fino, Que el vino no pudo quitar, Exhausto mira al cielo, Siente que puede gritar, Dibuja con sus manos el camino, En la tierra su mapa es de cristal, Sus figuras retan la cordura, Sus metáforas no saben hablar, Es abstracta la silueta, Que escultura no podría semejar, El respeto sale de sus poros, El agua no le puede mojar, Cuando despierte del camino, ¡Pobre peregrino! Cuan exhausto has de estar, Por favor pasa por el pasillo, Siéntate un momento a descansar, Toma un vaso de mi libro, Y déjate de complicar, En esas hojas compila tus caminos, Tus senderos por andar, Apunta al blanco; tu destino, Ya no mapas de cristal, El sombrero que te suda el veneno, Permiteme de tu cabeza quitar, Siente el aire fresco, siente el otoñal, Escucha por un momento el silencio, ¿No escuchas tu paciencia gritar? Toma su mano, Embriagate de su vino, No eres mas el dueño de tu caminar, Ya está trazado tu destino, Y aunque vendan tus manos por fino lino, Este camino nadie te lo puede arrebatar...